Novelas

Neuromancer (1984)

Una auténtica novela-hito: es la novela que catapultó a Gibson a la fama, es la novela que actuó como punta de lanza para la ciencia ficción ciberpunk y es la primera novela que ganó los tres grandes premios de la cf anglosajona (el Hugo, el Nebula y el Philip K. Dick).
Case era uno de los mejores vaqueros de consola, un mercenario que vendía sus habilidades de ladrón en el ciberespacio al mejor postor. Pero cometió un error: traicionó a la gente equivocada y estos se vengaron inyectándole una neurotoxina que le impedía ingresar al ciberespacio. Ahora, atrapado en su cuerpo, vaga por los bares de Chiba City, buscando el mango y dándose con coca y anfetas. Hasta que es contactado por un misterioso personaje llamado Armitage y recibe una segunda oportunidad: Case es sometido a una compleja neurocirugía (aparte de recambio de órganos que lo liberan de sus adicciones) que le permite volver a conectarse con el ciberespacio a cambio de que realice un trabajo para la gente a la que Armitage representa. Claro, sus "benefactores" le han colocado en varias arterias unas bolsitas con la neurotoxina que se van disolviendo lentamente, dándole tiempo para realizar el trabajo y nada más. Si falla o los traiciona, Case volverá a ser la piltrafa de antes, pero si lo logra, lo curarán para siempre.
Sin alternativas, acepta y junto a Molly (una mercenaria con implantes en todo su cuerpo), al Finlandés (un técnico de computadoras con muchos contactos en el submundo) y a Flatline (un vaquero de consola muerto que conserva su existencia en forma digital) salen en busca de lo que Armitage desea.
Y así nos embarcamos en una trama llena de acción y suspenso que nos mantiene en vilo hasta el final, con una galería de interesantes personajes secundarios y frases maravillosas como la que abre el libro ("El cielo sobre el puerto tenía el color de un televisor sintonizado en un canal muerto").
En castellano apareció como Neuromante y la traducción es, pese a los españolismos, aceptable.

Count Zero (1986)

Esta novela inicia una forma de narrar caleidoscópica que se volvería típica de Gibson. Tres historias aparentemente paralelas van confluyendo en un climax espectacular.
Por un lado está Turner, un mercenario corporativo que, tras un accidente, despierta con su cuerpo reconstruído y la obligación de realizar para la Corporación Hosaka una misión aún más peligrosa de la que se está recuperando: Un científico de la Maas-Neotek está a punto de desertar hacia esa corporación trayendo un importante biochip. La misión de Turner es traerlo sano y salvo. Claro, hay muchos interesados (algunos ni siquiera humanos) en que no logre su cometido.
Por otro está Marly Krushkhova, una galerista de arte a la que un coleccionista muy adinerado le pide hallar al creador de unos maravillosos objetos de arte que están apareciendo por allí. El coleccionista, dicho sea de paso, está en animación suspendida y tiene una existencia en el ciberespacio, con partes de su ser (y su fortuna) que se han vuelto casi autónomas.
Y por último esta Bobby Newmark, el Conde Cero del título, un adolescente que consigue un software para romper códigos de seguridad, se conecta al ciberespacio y se mete con una base de datos que casi lo mata. En su agonía ve a una niña misteriosa (después nos enteraremos que esta chica tiene una modificación en su sistema nervioso que le permite entrar al ciberespacio sin conectarse) y por alguna razón esto lo salva. Cuando vuelve en sí busca a quien le vendió el software, para descubrir que éste pertenece a un culto vudú que cree que sus dioses están en el ciberespacio y ahora ellos quieren que Bobby los lleve hasta la niña a la que llaman La Virgen de los Milagros.
La traducción (Conde Cero) es bastante buena y se deja leer.

Mona Lisa Overdrive (1988)

Como después ocurrirá en la otra trilogía de Gibson, los dos primeros poemas son virtualmente autónomos y el tercero funciona como una condensación de los potenciales narrativos que quedaron picando al final de éstos. Y, como en Conde Cero, aquí también la narración es polifónica, con cuatro historias semi-independientes que van confluyendo y entremezclándose hasta estallar todas en el climax final.
Lamentablemente, mucho de la trama depende de las novelas anteriores y temo que cualquier cosa que cuente arruinará la lectura de éstas (sin embargo, Mona Lisa Overdrive puede leerse independientemente), además de que las tramas de Gibson son lo que menos importan.
Pero, bueno, reaparecen viejos conocidos como Molly, el Finlandés, Bobby Newmark, Angie Mitchell (la chica que puede conectarse sin consola al ciberespacio), algo complicado se está cocinando en las planas mayores de los yakuzas, una entidad fantasmal en la red comienza a manipular los acontecimientos de una manera que ni ella entiende del todo y, lo más importante, la novela cierra con un moño final que hace casi imposible la posibilidad de una eventual cuarta novela (a Gibson lo aterraba la secuelitis que afecta a la mayoría de los escritores de ciencia ficción anglosajona).
La traducción (Mona Lisa Acelerada) es, hasta dónde recuerdo, aceptable (si uno se resigna al hecho de que está hecha sólo para el mercado interno de España).

Virtual Light

(1993)
Como fue comentada en la introducción a este especial, no me voy a explayar mucho, sólo decir que es una novela mucho más madura e interesante que las tres precedentes, con un sentido del humor mucho más marcado y con unos cuantos guiños culturales más evidentes que en las otras.
La versión castellana es Luz Virtual y se deja leer, aunque hay alguna que otra cosita que lo dejan a uno deseando chequear la versión original.

Idoru (1996)

También comentada en la introducción.
La traducción al castellano es, además de homónima, horrible. Está llena de ripios, malas elecciones de palabras, torpezas y errores que hacen de la lectura de la novela una tarea ardua, que pone a prueba el deseo de llegar al final y que deja la sensación de que al traductor (Manuel Figueroa) no le gusta Gibson y que si no fuera porque tiene que comer preferiría estar haciendo otra cosa.

All Tomorrow's Parties (1999)

Nuevamente, comentada en la introducción.
No he leído la traducción al castellano (Todas las fiestas de mañana) excepto el capítulo que publicamos en el especial y otros dos más, así que no puedo emitir una opinión más jugada que "parece buena".

Pattern Recognition (2002)

Ambientada en el presente (en el verano de 2002), esta novela apunta a la cultura consumista actual (tanto que, en una crítica negativa, el comentarista ironiza con que quizás Gibson quería llamar a la novela No Logo pero lamentablemente el título ya había sido usado). Sea como sea, el libro es auténticamente gibsoniano y muestra que el fuerte de este escritor no es desarrollar futuros bizarros sino reflexionar sobre nuestra cultura globalizada, que esta vez no haya utilizado una metáfora cienciaficcional es sólo un detalle.
Cayce Pollard es una "cazadora de tendencias", una especialista en detectar qué va a ser lo que va a ser la próxima "gran cosa" de la cultura masiva, aunque con una terrible fobia a las marcas (le arranca las etiquetas a todas sus ropas, lija los botones de sus pantalones, sufre físicamente ante el diseño). Paradójicamente, es esta fobia lo que la hace extremadamente talentosa en su trabajo. Cayce también pertenece a un grupo de culto en internet obsesionado con misteriosos fragmentos de una película (el "metraje") que han aparecido anónimamente en la red.
Un día es contratada por Hubertus Bigend, "un belga nominal que se parece a un Tom Cruise en una dieta de sangre de vírgenes y chocolates trufados", para que encuentre al autor del metraje. Cayce tolera a Bigend sólo porque él no se da cuenta de lo ridículo de su nombre (Bigend traduciría como Granculo). Acepta y esto la lleva a una serie de aventuras ambientadas en Tokio, Londres y Moscú en las que se encuentra con saboteadores industriales, mercaderes hambrientos de poder, hackers, nerds internéticos, arqueólogos de la tecnología, jefes de mafia rusa, espías y documentaristas culturales, mientras que trata de reconciliarse con la supuesta muerte de su padre (un agente de la CIA) en los ataques al World Trade Center.
Fue traducida al castellano con el nombre de Mundo Espejo (vaya uno a saber por qué) .

The difference engine (1990)

Escrita en colaboración con Bruce Sterling (otro de los grandes escritores asociados con el ciberpunk), esta novela está ambientada en un 1885 alternativo, en la que personajes reales e imaginarios se entremezclan. Es un thriller histórico con una fuerte dosis de humor negro en el que el pionero de la computación Charles Babbage construye su Máquina Analítica (una computadora a vapor), la cibernética llega con un siglo de anticipación y esto lleva a que extrañas cosas ocurran, como que Lord Byron es elegido Primer Ministro del Reino Unido y que escuadrones de la muerte "desaparezcan" a todos los ludditas.
Desconozco si existe traducción al castellano.

Cuentos


Burning Chrome (1986)

Antes de Neuromancer, Gibson había comenzado a llamar la atención con los cuentos recopilados en este volumen. Hay de todo, desde relatos de ciencia ficción más ortodoxos ("Regiones apartadas", "Estrella roja, órbita de invierno" [escrito en colaboración con Bruce Sterling], "La especie" [en colaboración con John Shirley] y "Fragmentos de una rosa holográfica") hasta historias en el mundo de Neuromancer ("Johnny Mnemónico" [llevada al cine con guión de Gibson y protagonizada por Keanu Reeves], "Hotel New Rose" y "Quemando Cromo"), pasando por cuentos a mitad de camino entre un estilo y otro ("El mercado de invierno" y "Combate aéreo [en colaboración con Michael Swanwick]). Una mención aparte merece "El continuo de Gernsback", un relato irónico hacia la ciencia ficción, en la que el protagonista comienza a tener visiones de un 1980 alternativo, lleno de pistolas de rayos, autos voladores con alerones aerodinámicos, trajes plateados y toda la parafernalia de la ciencia ficción pulp de la era de Hugo Gernsback (de allí el título).
Y si bien el libro muestra a un escritor un poco más inexperto que el de las novelas, vale la pena más allá de cualquier impulso completista o arqueológico y es muy interesante.
Está en castellano (Quemando Cromo) y se deja leer muy bien.

Poesía

Agrippa: A book of the Dead (1992)

Una rareza, por dónde se la mire.
Se trata de un larguísimo poema en el que se van describiendo fotografías antiguas en un viejo álbum familiar y otros recuerdos biográficos, con un lenguaje muy evocativo y melancólico, que muestra que Gibson es un escritor que usa a la ciencia ficción como vehículo y no un "escritor de ciencia ficción" (es decir, no es una bazofia en verso como las que se despacharon Bradbury y Asimov en sus momentos).
Fue escrito para un proyecto grupal artístico-multimediático. El poema estaba acompañado por grabados de Dennis Ashbaugh y teóricamente iba a ser publicado en forma digital en un formato tal que, luego de la lectura, todo el contenido del diskette desapareciera para siempre.
Gibson mismo ignora si alguna vez existió realmente este mítico diskette. Probablemente nunca llegó a construirse o algún hacker logró quebrar el supuestamente inquebrantable código del diskette, ya que el poema suele encontrarse en internet, aunque sujeto a las eventualidades de un texto de segunda o tercera mano: existen diferentes versiones en las que varían los cortes de versos, la disposición tipográfica, etc. En williamgibsonbooks.com está la "versión oficial" del mismo (y, por supuesto, la traducción en La Idea Fija).